Muchas personas en consulta, en el gimnasio y en la vida diaria, me preguntan si lo que se necesita para lograr un esfuerzo permanente para entrenar, ser empresaria, estudiar, etc., es motivación o disciplina.
En mi concepto son diferentes, puedes tener motivación para muchas cosas y pensarlo, planearlo, escribirlo, inclusive empezar a hacerlo.
Esta motivación puede durar unos días, semanas, o meses; nadie sabe con certeza y lo que si podemos asegurar es que depende de varios factores.
Ok, se acabó el tiempo de la motivación, ya no tengo los mismos deseos de levantarme y hacer ejercicio, o escribir o hacer algo que venía haciendo en teoría motivad@...
¿Qué fue lo que pasó?
Es ahí donde considero que entra la disciplina, mi definición de disciplina tiene que ver con hacer las cosas, aunque NO tenga deseos; esa al menos ha sido mi experiencia; muchas veces he pensado en renunciar a seguir con mi empresa, a entrenar, a estudiar…y me pregunto ¿para qué? Resulta que ese tipo de momentos donde la disciplina (hacer, aunque no quiera) predomina podemos crear realidades diferentes en nuestras vidas, continuar, ver las ganancias que tenemos al seguir, al crear y ser capaces a pesar de levantarnos sin deseos de hacerlo.
Algunas ganancias cuando creas Disciplina: sentirte capaz de lograr metas, focalizarte, evadir lo que no te hace bien, mantener tu mente ocupada, liberación de dopamina (neurotransmisor) que proporciona felicidad y placer, orientación al logro, tolerancia a la frustración, bienestar físico y mental, entre otras…así son mayores las ganancias que tienes al desarrollar disciplina, nunca es falta de tiempo…créeme.
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